El factoraje (factoring) es un producto complejo que resuelve para los clientes la financiación de cuentas por cobrar a corto plazo hasta el vencimiento, su gestión, cobro y, si es necesario, la protección de las cuentas por cobrar en caso de falta de voluntad de pago o insolvencia de los clientes.
Una de las principales ventajas del factoraje es que el cliente no tiene que esperar el pago del cliente: el dinero está disponible de inmediato y puede usarse, por ejemplo, para pagar sus obligaciones. No tiene que preocuparse por las cuentas por cobrar y puede concentrarse completamente en su negocio. En el caso del factoring sin recurso, cuando las cuentas por cobrar también están aseguradas, el cliente tiene la garantía de devolver hasta el 100% del valor nominal de la cuenta por cobrar dentro de los 90 días siguientes a su vencimiento.