La fotografía tiene un valor que no pierde su precio.
Puede que nos rodeemos de cosas caras, pero la mayoría de ellas envejecen. Una foto de calidad te sacará una sonrisa años después, puede ser un regalo maravilloso, es algo que nos traerá un poco de felicidad.
Nuestro estudio se estableció junto con la fundación de un estudio gráfico en 2005. Casi desde el principio, además de los pedidos de producción, también nos dedicamos a la fotografía de retratos clásicos, primero para nuestras familias y conocidos, luego también para las personas interesadas a las que les gustaba nuestro trabajo y se enteró de nosotros de alguna manera. Ahora, las partes interesadas vienen a nosotros incluso desde rincones distantes del país.